Os presento mi último trabajo: "Tac, tac, tac, plof", editado por Narval.
Lo realicé cuando vivía en el Lugar de Cariño, en Boiro, entrañable aldea donde uno de mis muchos vecinos era el mar. Fue él el que me contó esta historia entre susurros de espuma ( qué salado). Tardé un poco en descifrarla, pero contaba con la ayuda de numerosos seres nocturnos que conocían su lenguaje a la perfección.
Pepe Monteserín ha sido el encargado de traducir a palabras todo nuestro diálogo para que lo podamos compartir con vosotros.
¡Que lo disfrutéis!